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El canal anal es la porción terminal del intestino grueso, y corresponde a una estructura tubular de 3-4 cm que se extiende desde la piel perianal hasta el final del recto. El canal anal es el segmento más distal del aparato gastro intestinal.  Se encuentra entre el recto y la superficie externa. 

Lo interesante del canal anal, es que este se encuentra rodeado de una doble capa de músculos.  Estos músculos están directamente involucrados en el proceso defecatorio.  La capa más interna tiene musculatura involuntaria, la más externa esquelética o voluntaria.  La patología del canal anal puede dividirse en benigna y maligna.  La benigna está entre la más común. 

Ejemplos de enfermedad del canal anal son fístulas ano rectales, abscesos perianales.  Hay patología perianal también descrita, como lipomas, teratomas o patologías infecciosas relacionadas con folículos pilosos.

Sobre los plexos hemorroidales o como se las conoce “hemorroides”

El término hemorroides, también conocidas en algunos lugares como almorranas o enfermedad hemorroidal se refiere al conjunto de síntomas atribuidos a las almohadillas vasculares presentes en el canal anal, tanto en las paredes del mismo como en la región externa. Hay dos tipos anatómicos de plexos hemorroidales.

Plexo Hemorroidal Externo (hemorroides externas)

Se ubican debajo de la piel que rodea el ano. Estos son algunos de los signos y síntomas posibles.  Picazón o irritación en la zona anal, dolor o molestia, hinchazón alrededor del ano, sangrado.

Plexo Hemorroidal Interno (hemorroides internas)

Las hemorroides internas se encuentran dentro del recto. En general, no se pueden ver ni sentir, pero a pesar de ello pueden causar malestar.  Algunos de los signos y síntomas pueden ser sangrado indoloro durante las deposiciones. Puedes notar pequeñas cantidades de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en el inodoro.

Otro síntoma frecuente es la salida al exterior de una masa carnosa que corresponde con una hemorroide interna que sale hacia el exterior.  Una hemorroide que empuja a través de la abertura anal (hemorroide prolapsada o protuberante), lo que puede provocar dolor e irritación.  En este tipo de enfermedad hemorroidal el dolor no es un síntoma frecuente y cuando aparece está asociado a lo que se conoce como crisis hemorroidal o a episodios trombóticos.

Se cree que las hemorroides ayudan en la continencia de las heces al proporcionar volumen a las paredes del canal anal. Las hemorroides internas ocurren típicamente en tres ubicaciones: lateral izquierda posterior, anterior derecha y derecha posterior.  Los vasos hemorroidales reciben irrigación por las arterias hemorroidales superior, media e inferior. El drenaje venoso se realiza a través de las venas hemorroidales inferior y media que finalmente drenan hacia las venas ilíacas.

Se han fabricado algunas clasificaciones para describirla. A continuación, describo una de las más utilizadas en la enfermedad hemorroidal interna.  Enfermedad hemorroidal grado I, vasos hemorroidales que sobresalen en el canal anal y no prolapsan; prolapso de las hemorroides de grado II durante la defecación y se reducen espontáneamente; prolapso de hemorroides de grado III y requieren reducción manual; Las hemorroides de grado IV tienen prolapso y son irreductibles.

Enfermedad hemorroidal

¿Por qué ocurre la enfermedad hemorroidal?

Como se mencionó anteriormente, los vasos hemorroidales están presentes en todas las personas. Ayudan en la continencia fecal porque incluso el cierre completo del complejo del esfínter anal no da como resultado el cierre completo del canal anal. El esfuerzo, los estornudos o el esfuerzo provocan la congestión de estas almohadillas vasculares, lo que lleva al cierre completo del ano y evita así la fuga fecal. Los cojines vasculares vuelven a su tamaño normal después de que se completa el esfuerzo.

La razón exacta de las hemorroides sigue siendo poco conocida y se cree que es multifactorial. La enfermedad hemorroidal se correlaciona con condiciones patológicas que resultan en un aumento de la presión intraabdominal, como en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pacientes que se esfuerzan crónicamente al orinar como en aquellos con agrandamiento de la próstata o estenosis uretral, pacientes con una lesión intraabdominal que ocupa espacio como un tumor de ovario o un carcinoma rectosigmoideo grande, en pacientes con ascitis y durante el embarazo.

Estas condiciones conducen a hemorroides sintomáticas al causar una disminución en el retorno venoso de los plexos hemorroidales que conduce a un aumento patológico en el tamaño de los cojines vasculares. Además, las dietas bajas en fibra provocan heces duras y un mayor esfuerzo: las heces duras provocan un traumatismo tisular local que provoca el sangrado. Se ha evidenciado que las fibras del músculo de Treitz, que normalmente sostienen los plexos hemorroidales, pueden atenuarse y perder soporte con la edad y esto puede provocar el prolapso de las hemorroides; esto explica por qué los ancianos son más propensos a este tipo de padecimiento.

 ¿Qué tan frecuente es la enfermedad hemorroidal?

Es un desafío determinar la incidencia real de la enfermedad hemorroidal ya que muchos pacientes no buscan atención médica para sus síntomas. Se estima que la enfermedad hemorroidal es la tercera más común.  Por ejemplo, la enfermedad hemorroidal es el diagnóstico gastrointestinal ambulatorio en los Estados Unidos con aproximadamente 4 millones de visitas al consultorio y al departamento de emergencias cada año.

Aproximadamente el 75% de los estadounidenses experimentarán síntomas hemorroidales en algún momento de sus vida. Se desconoce la verdadera prevalencia de la enfermedad hemorroidal, pero con varios estudios se describe una prevalencia entre el 4% y el 40%. La prevalencia es más alta en pacientes caucásicos entre las edades de 45 y 65 años y en pacientes de nivel socioeconómico alto. Sin embargo, esta observación se puede atribuir al sesgo de selección, ya que este grupo tiene el mayor acceso a la atención.

Hay dos tipos anatómicos de plexos hemorroidales.

Plexo Hemorroidal Externo (hemorroides externas)

Se ubican debajo de la piel que rodea el ano. Estos son algunos de los signos y síntomas posibles.  Picazón o irritación en la zona anal, dolor o molestia, hinchazón alrededor del ano, sangrado.

 Plexo Hemorroidal Interno (hemorroides internas)

 Las hemorroides internas se encuentran dentro del recto. En general, no se pueden ver ni sentir, pero a pesar de ello pueden causar malestar.  Algunos de los signos y síntomas pueden ser sangrado indoloro durante las deposiciones. Puedes notar pequeñas cantidades de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en el inodoro.

Otro síntoma frecuente es la salida al exterior de una masa carnosa que corresponde con una hemorroide interna que sale hacia el exterior.  Una hemorroide que empuja a través de la abertura anal (hemorroide prolapsada o protuberante), lo que puede provocar dolor e irritación. En este tipo de enfermedad hemorroidal el dolor no es un síntoma frecuente y cuando aparece está asociado a lo que se conoce como crisis hemorroidal o a episodios trombóticos.

Hemorroides trombosadas

 Si la sangre se acumula en una hemorroide y forma un coágulo (trombo), puede provocar lo dolor intenso, hinchazón, inflamación y se produce en un paquete hemorroidal externo un bulto duro cerca del ano.

La patología hemorroidal es multifactorial, es decir, muchas causas pueden influir en el desarrollo de las hemorroides.

Sin embargo, la más directamente relacionada con esta patología es el estreñimiento asociado a la realización de un esfuerzo defecatorio frecuente y constante.

 Otras posibles causas, aunque no las únicas de la patología hemorroidal son la diarrea (por la irritación química de las heces líquidas sobre las hemorroides), la ingesta de ciertos alimentos (picantes, alcohol, etc.), el embarazo (motivadas por la presión que el feto ejerce sobre la circulación del retorno venoso a nivel de la pelvis) e incluso factores hereditarios.

 El dolor no es un síntoma frecuente y cuando aparece está asociado a lo que se conoce como crisis hemorroidal o a episodios de trombosis de las hemorroides.  Otros síntomas menos importantes de las hemorroides son: prurito anal, emisión de moco, ano húmedo.  El tratamiento de la patología hemorroidal generalmente está de acuerdo con la intensidad de la sintomatología que se presente.

¿Qué tipos de tratamiento se conocen?

Hay que recordar que la enfermedad hemorroidal puede ser externa, interna o mixta.  Por intentar una clasificación con fines de la presente explicación.

Existe la aplicación de tratamientos tópicos mediante cremas, pomadas, supositorios etc. Estos compuestos suelen presentar una asociación de anestésicos locales, antiinflamatorios (corticoides etc.), descongestionantes venosos, etc. Las cremas antihemorroidales, deben usarse durante un tiempo limitado (no más de 5-7 días, porque le pueden provocar más sangrado).

Cuando la enfermedad se encuentra más evolucionada, sobre todo cuando la dilatación aumenta, se puede intentar la realización de tratamientos intermedios antes de la cirugía, como son las inyecciones esclerosantes, la fotocoagulación con infrarrojos (CIR) o con láser, la electrocoagulación, la criocirugía o la colocación de bandas elásticas.

Estos tratamientos solamente se realizan en caso de hemorroides internas y su grado de eficacia depende de algunos factores, grado de la enfermedad, cantidad de tejido hemorroidal afectado, técnica seleccionada.

Si el grado de enfermedad hemorroidal es de Grado III o mayor o cuando todo lo anterior no logra controlar los síntomas de la enfermedad está indicada la realización de una hemorroidectomía quirúrgica, es decir, la extirpación de los plexos patológicos mediante cirugía.

Diagnóstico

Es posible que el médico pueda diagnosticar enfermedad hemorroidal externa a la simple inspección, pero el diagnóstico de enfermedad hemorroidal interna debe incluir el examen del canal anal y el recto.

Examen digital. El médico inserta un dedo enguantado y lubricado en el recto. Este examen tiene controversia y generalmente es muy eficaz para detectar algo inusual como masas o tumores.

Inspección instrumental. Al explorar hemorroides internas, por la ubicación anatómica casi siempre lo óptimo es asistir dicha exploración con un anoscopio, proctoscopio o rectosigmoidoscopio.

De igual manera el médico quizás quiera examinarte todo el colon a través de una colonoscopia en estos casos:

Signos y síntomas que indican que puedas padecer otra enfermedad en el sistema digestivo como cáncer de colorectal.

Preparación para la consulta

Si tienes signos o síntomas de enfermedad hemorroidal solicita una cita con nosotros.

Estas son algunas sugerencias que te ayudarán a prepararte para tu consulta.  Qué puedes hacer para obtener el mayor beneficia en tu cita médica.

Si gustas, prepara una lista de lo siguiente:

-Tus síntomas y cuánto tiempo los ha notado

-Información personal clave, incluidos los hábitos intestinales y la dieta típicos, especialmente la ingesta de fibra

-Todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tomas, incluida la dosis

-Las preguntas para hacerle al médico

Para las hemorroides, estas son algunas preguntas que le puedes hacer a tu médico:

¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?

¿Es probable que mi afección sea temporal o permanente?

¿Estoy en riesgo de complicaciones relacionadas con mi afección?

¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?

Si el primer tratamiento no es eficaz, ¿qué recomienda que hagamos luego?

¿Soy candidato para una cirugía? ¿Por qué o por qué no?

¿Existen medidas adicionales de cuidado personal que podrían ayudar?

Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlarlos junto con las hemorroides?

No dudes en hacer otras preguntas.

Qué esperar de nosotros

Es probable que el médico te haga preguntas, como las siguientes:

¿Cuán molestos son tus síntomas?

 ¿Cuáles son tus hábitos intestinales típicos?

¿Cuánta fibra contiene tu dieta?

 ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?

¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?

¿Alguien en tu familia ha tenido hemorroides o cáncer de colon, recto o ano?

¿Has notado cambios en tus hábitos intestinales?

Durante la evacuación de los intestinos, ¿has visto sangre en el papel higiénico, que gotea dentro del inodoro o mezclada entre tus deposiciones?

Qué puedes hacer mientras tanto Antes de la consulta, toma medidas para ablandar tus deposiciones. Come más alimentos ricos en fibra, como frutas, vegetales y cereales integrales, y considera intentar con un suplemento de fibra de venta libre.  Beber de seis a ocho vasos de agua al día también puede ayudar a aliviar los síntomas.